Recuerden la posición de la semana pasada y verán que es casi idéntica, con la única diferencia de que la segunda bola si esta pegada a la banda.
Atáquese con suavidad y en el centro de la bola también, o sea, Madrid.
Las bolas atacadas, cuando están pegadas a la banda, necesitan una especial atención, ya que si no se toma la exacta cantidad de bola, la jugadora saldrá hacia direcciones incontrolables.
En esta distancia es preciso ejecutar de forma templada, ya que si se hace de forma violenta se perderá precisión de la puntería.
Y lo dicho, mucho ejercicio. El billar requiere constante dedicación si no se quiere ser un meamesas.
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