Joaquin Sabina |
Cuernos |
Si como yo eres de los que prefieren los placeres que brindan las mujeres que pasan de los treinta, entre las casadas busca tus amadas, los cuernos le pondrán a tu almohada su sal y su pimienta. Tienes que conseguir que su marido valga para cornudo, el elegido tendrá que ser civilizado; huye de la mujer del comisario, ¿qué vas a hacer desnudo en el armario de un tipo que va armado? con dos... Cuernos, cuernos, cuernos, siempre tan modernos, cuernos, cuernos, cuernos, es la solución pon un par de cuernos a tu depresión. En asuntos tales las clases sociales compiten pero siempre sobresale la noble clase alta; las señoras con rango y posición si no adornan la frente del varón notan que algo les falta. Pero que no te lleve el desenfreno a hacer de gallo en el corral ajeno de alguna Cenicienta obrera, y menos si el marido es un parado, aparte de cornudo apaleado se pone hecho una fiera con los... Pasa con prudencia de las apariencias si quieres seducir a alguna esposa marchosa y postmoderna; tiene mala pata que al tercer cubata se duerma en el sillón y tú allí con el rabo entre las piernas. Nada mejor que un buen ejecutivo, apóstol de programas intensivos, almidonado como un traje; elige de entre todos los maridos a ese infeliz que siempre está reunido y siempre de viaje con dos... |
Hotel, Dulce Hotel |