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REVISIÓN: 6/2/2008

Cambrai, en el norte de Francia el 20 de Noviembre de 1917, fue el lugar en el que por primera vez hicieron su aparición los tanques a gran escala, marcó definitivamente un paso adelante en la historia militar, y un cambio rotundo en la manera de entender la  nueva guerra tecnológica.

Los Alemanes ya conocían el tanque, de sus otras apariciones en el Somme, de hecho no consideraban al tanque una seria amenaza, ya que hasta el momento no había demostrado ser una máquina demasiado útil en la guerra.

El Plan fue propuesto por J.F.C Fuller, en junio de 1917 y casi simultáneamente por Hugh Henry Tudor. Ambos planes fueron considerados por Julian Byng, Comandante del Tercer Ejército. Douglas Haig aprobó el plan con el nombre de «Operación GY".

Dio comienzo a una enorme tarea, toda la preparación la logística, y la acumulación de suministros, se iban a utilizar todos los tanques disponibles. Además de 376 carros de combate, los británicos contaban con 18 tanques de suministro y para transporte de cañones,  32 tanques equipados con grúas, para abrir los pasillos en las alambradas,3 tranques de radio transmisiones, mientras que otros llevaban material para los puentes y otros, el tambor con el cable telefónico, un total de 474 vehículos.

Tal cantidad de carros de combate necesitaban de no pocos suministros, 775000 litros de gasolina, 34 toneladas de grasa y medio millón de proyectiles de 6 libras además de 5 millones de balas, todo este movimiento de material a la línea de frente no fue nada fácil mantenerlo en secreto, por tren se transportaron los tanques desde la costa hasta la retaguardia.

Las trincheras y fosos de Cambrai eran demasiado anchos para que un Mark IV pudiese sobrepasarlos, así que tras varias pruebas infructuosas se utilizó la más simple de las soluciones, ni más ni menos que unos cuantos troncos y ramas atadas que iban sujetas en el techo de los tanques sobre unos raíles, de unas 2 tn, 1,4 m de diámetro y 3 m de largo. Una vez que el tanque llegaba al foso en cuestión, desde el interior, la tripulación soltaba el "invento" para que rodara hasta la trinchera, aunque esta operación no estaba exenta de cierta preparación, para ver cuando y donde soltarla para que funcionara el "invento".

Los Británicos convencidos de su invento deciden atacar,   tuvieron más cuidado de escoger el campo de Batalla, huyendo del terreno fangoso que caracterizó la  batalla de Ypres, en la que los tanques no estuvieron a la altura de las circunstancias.

El objetivo principal era romper la Línea de Hidenbourg y para ello se utilizaría la nueva arma. El tanque resolvía uno de los problemas clave de la 1ª G. M., el de combinar la potencia de fuego con la movilidad de una manera efectiva, los tanques necesitaban de un terreno seco y duro, Cambrai tenía ese tipo de terreno.

La artillería era consciente de que no debía machacar el terreno, un breve bombardeo sobre las líneas enemigas bastó para dar paso a la ofensiva.  Localizando la artillería enemiga para bombardearla antes de iniciar la batalla, los británicos pusieron sobre la mesa todos sus conocimientos tecnológicos para sacar ventaja en el campo de batalla.

 Los tanques aparecieron con las primeras luces del día, 474 tanques iban seguidos de 6 divisiones de infantería y 2 de caballería, acompañados de 14 escuadrones de la Royal Air Force.

En un primer momento el éxito fue rotundo, 8000 prisioneros y más de 100 armas capturadas, sólo en el primer día.

Mapa del avance Británico.

Fuente:

 Atlas of Fist World War

Arthur Banks

 

Comandante Gerald Huntbach, Cuerpo británico de Blindados: "apareció una figura ágil, con la pipa encendida y el bastón bajo el brazo, resulto ser el General Else, voy a ir en este tanque, dijo, acariciando a Hilda, abrí la puerta y él entró en el tanque"

Diario de un oficial británico del cuerpo de Blindados: " justo antes de las seis y media de la mañana se empezó con una barrera de artillería y nos pusimos en marcha, pronto nos encontramos con el primer bache, subimos un terraplén, aplastamos un seto y caíamos pesadamente, dábamos tumbos como si fuéramos cacahuetes, y teníamos que agarrarnos a lo que podíamos"

George Coppard, soldado británico:"los tanques parecidos a sapos gigantes, se hicieron visibles contra el horizonte, algunos tanques de vanguardia, llevaban leña, que tiraban en las trincheras alemanas y luego pasaban por encima, ya había salido el sol cuando cruzamos la tierra de nadie y las primeras líneas alemanas, vi a muy pocos heridos regresando y muy pocos prisioneros alemanes, las alambradas del enemigo habían sido arrastradas como cortinas viejas, parecía que los tanques habían abierto camino sin problemas"

Los tanques abrían una brecha en las líneas alemanas con la infantería siguiéndoles de cerca, protegiéndose mutuamente, mientras la caballería avanzaba.

Los tanques habían permanecido ocultos detrás de la infantería, en un bosque cercano. Con la nueva arma, aun en fase de experimentación, el secreto era crucial, se levantaban pantallas de humo para ocultar sus movimientos y las huellas dejadas por las orugas se ocultaban a su paso.

Carta de Basil Henriques, Oficial británico del cuerpo de blindados: " lo que más nos preocupaba, ¿los hunos sospechan algo?, era muy emocionante..."

Teniente Richter del ejercito alemán: "Sobre las nueve de la mañana los hombres de infantería los soldados que se retiraban nos contaban que habían visto una gran cantidad de tanques, tantos que era imposible pararlos"

Otro oficial alemán declaraba: "Los tanques aparecieron arrastrándose por las estribaciones al sur del pueblo, ninguno de nosotros había visto antes una bestia igual"

Oficial Británico: " por primera vez disfrutamos del magnifico espectáculo de nuestra artillería de campaña preparándose para avanzar, primero al trote, luego al galope, batería tras batería, para tomar nuevas posiciones en las líneas alemanas recién capturadas"

Atravesar las líneas alemanas con el menor número de bajas era un incentivo añadido. Los alemanes tuvieron que retirarse más de 7 km, la sorpresa fue total, los tanques avanzaron imparables sobrepasando alambradas, zanjas y todo tipo de obstáculos.

Diario de un soldado británico del cuerpo de blindados: "Fue un día muy largo y duro, pero la visión del todo el terreno que habíamos conquistado conseguido con tan poca sangre derramada nos dio ánimos, las tropas parecían muy complacidas con nuestros tanques, tan complacidas que nos tomamos unos tragos con ellos, es asombroso la cantidad de wisky que los soldados británicos llevan a la batalla"

El 21 de noviembre, las campanas sonaron en Gran Bretaña al igual que sonaron en Alemania por Verdun, al fin los aliados se alzaban con una victoria, pero el ruido de las mismas dejó paso a una victoria precipitada, durante el rápido avance británico, dejaron tras de si varios pueblos sin conquistar cerca de Cambrai, no habían alcanzado todos sus objetivos.

En el centro de la 51 ª División (Highland) se estancó en su primer objetivo, Flesquieres aún estaba en manos de los alemanes, los escoceses de este sector no podían acercarse para dar apoyo a los tanques por culpa de la alambradas, con lo cual sólo podían apoyarles con nidos de ametralladoras, y muy cerca de allí se encontraba una batería alemana, entrenada en la lucha contra los tanques.

Teniente Richter del ejercito alemán: " del pueblo emergió un tanque...

-¿Distancia?

- 275 metros.

-¡Fuego...!, ¡maldición! demasiado lejos, ¡fuego...!, un poco más a la derecha, ¡fuego...!, ¡le hemos dado, le hemos dado!, ¡OH! señor...

(...) Una columna de fuego salía del monstruo, dos de nuestros hombres corrieron hacia el tanque y cuando volvieron describieron los cuerpos medio quemados de la tripulación"

Las condiciones en el interior de los tanques no eran ni mucho menos cómodas, las nuevas tripulaciones luchaban con un arma nueva y en muchas ocasiones las averías inutilizaban a los tanques, dejándolos indefensos en el campo de batalla.

Memorias de D. E. Hickey, oficial británico del cuerpo de blindados: "En ese crítico momento falló la bomba que proporcionaba combustible al motor, este hizo un ruido y se paró, ahora éramos un blanco fijo, en el repentino silencio podíamos oír el ruido sordo de los proyectiles y trozos de metal y tierra que golpeaban los costados del tanque, el aire en el interior era irrespirable, con caras tensas la tripulación observó cómo el segundo conductor, imperturbable y metódicamente arreglaba la bomba, ignorando los consejos de darle un golpe"

En Fesquiere los alemanes dejaron fuera de combate a 32 tanques, y un número mayor quedó fuera de servicio en las estrechas calles de Fontaine Notre Dame.

Teniente Coronel J.F.C. Fuller del cuerpo británico de Blindados: "En Fontaine hubo una terrible matanza,(...) no se me ocurrió pensar luchar en las calles de un pueblo, podía haberme dado de bofetadas por mi falta de previsión, pero nunca se me ocurrió pensar que nuestros comandantes de infantería enviarían a los tanques a un lugar así"

Los alemanes utilizaban sus cañones antiaérereos montados en camiones para atacar a los tanques con proyectiles perforantes.

Soldado alemán: "nueve tanques se acercaban a nosotros, el capitán nos ordenó que esperáramos, -Tranquilos chicos, esperad. -Cuando el enemigo estaba a menos de 100 metros, recibimos la orden, ¡rápido fuego! , el primer tanque se levantó por delante, los que le seguían se detuvieron..., un cañonazo directo tras otro"

Por otro lado la 62 División llegó  hasta los bosques de Bourbon Ridge, en total 179 tanques quedaron inservibles el primer día, 65  destruidos,  71 habían sufrido algún fallo mecánico y 43 se quedaron por el camino en las zanjas.

Los éxitos iniciales no fueron suficientes, los británicos no supieron aprovechar el avance y los alemanes enviaron refuerzos a la zona de Bourbon, la lucha fue feroz alrededor Bourlon y en Anneux, en el límite de los bosques, fue muy costoso para ambos bandos. Los Británicos con el apoyo de casi un centenar de tanques y 430 cañones intentaron avanzar, pero no lo consiguieron. Mientras que las reservas británicas, se iban agotando los alemanes enviaban más refuerzos, el día 27 se hizo un último esfuerzo con  30 tanques y la 62 división, aunque en un primer momento tuvo éxito, duró poco. El 28, los británicos intentaban asentar las posiciones mientras que los alemanes les bombardeaban.

 

Mapa del contraataque Aleman.

Fuente:

 Atlas of Fist World War

Arthur Banks

 

El día 30 de noviembre un contraataque alemán tomó por sorpresa a los británicos, con tropas de asalto apoyadas por aeroplanos, en sólo 10 días recuperaron todo el terreno perdido, pese a los duros combates, los británicos fueron obligados a retirarse de las posiciones conquistadas.

Durante la batalla las bajas en ambos bandos fueron altas, los alemanes, alrededor de 45.000 y  44.000 británicos además de 179 tanques. 11000 prisioneros alemanes y 9000 británicos. Si en última instancia el despliegue masivo de tanques no había logrado el deseado de avance, no  cumpliendo con los objetivos, quedó demostrado el potencial de la nueva arma. En Cambrai los británicos habían aprendido una dura lección sobre el uso de los tanques y del trabajo en equipo.

Texto: Miguel Gonzalez

Imagenes :

 La Primera Guerra Mundial en color

La Primera Guerra Mundial, "Fin del asedio".

 

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