Electromagnetismo en la estrategia militar
 
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Texto: Raúl Ramos Alonso 18 de junio de 2009

 Índice
1.
        Revolución en los sistemas de producción.
2.
        Preámbulos de la Primera Guerra Mundial.
2.1.
      Motores.
2.1.1.
  El motor de combustión interna.
2.1.2.
  El motor eléctrico.
2.2.
      El cambio en las comunicaciones.
2.3.
     Nuevas unidades de combate.
2.3.1.
   La nueva armada.
2.3.2.
  El submarino.
2.3.3.
   La fuerza aérea.
3.
        Primera Guerra Mundial.
4.
        Entreguerras.
4.1.
      La Guerra Civil Española; Julio 1936 - Agosto 1939.
5.
        La Segunda Guerra mundial.
5.1.
      Blitzkrieg.
5.2.
      Comunicaciones.
5.2.1.
   Navegación por radio e inteligencia electrónica.
5.3.
      Radar y ASDIC.
5.4.
      Computadores.
5.5.
      La bomba atómica y elnal de la guerra.
6.
        La Guerra Fría.
7.
         Sistemas de combate modernos.
7.1.
      Situación estratégica.
7.2
       La revolución en infantería.
8.
        Conclusiones.
9.         Referencias.

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Resumen.
Es indudable que el desarrollo tecnológico ha sido aplicado al terreno militar
desde el desarrollo de las primeras herramientas. En muchas ocasiones, ciertas investigaciones han tenido como único propósito la aplicación de estos descubrimientos al campo militar. Sin embargo, en no menos ocasiones, los descubrimientos o tecnologías han sido de gran utilidad en el uso civil.
La electricidad y el magnetismo fueron considerados fenómenos diferentes durante siglos. Los mismos conceptos de electricidad no fueron comprendidos hasta el siglo XVIII con hombres como Luigi Galvani y Alessandro Volta. En el siglo XIX se uni
ficó electricidad y magnetismo con los experimentos de Hans Christian Oersted y André-Marie Ampere.
A pesar de estos avances el electromagnetismo seguía siendo un fenómeno de laboratorio. Más teórico que práctico, no se había encontrado forma de aplicarlo. En esa época empezaron a aparecer ideas extravagantes provocadas por la ignorancia y que perduraron durante años, como la idea del “rayo de la muerte” como una poderosa descarga eléctrica, que a comienzos del siglo XX se transformó en una poderosa descarga de radiación.
La realidad
ha sido muy diferente. Las aplicaciones de el electromagnetismo rápidamente revolucionaron no solo la guerra, sino la vida del ciudadano de a pie.

Carros de combate Matildas britanicos.      www.dur.ac.uk

1. Revolución en los sistemas de producción.
El
mayor cambio que electromagnetismo pudo tener en la guerra ha sido el mismo que ha tenido en el ámbito civil. La segunda revolución industrial significó un cambio radical en los sistemas de producción. La posibilidad de la fabricación en masa, junto con la utilización de nuevas y poderosas máquinas herramientas, significó un desarrollo global de todos los aspectos del desarrollo tecnológico y que pronto seguiría el social.
Gracias a los motores eléctricos
y los procesos electroquímicos no sólo se redujeron los costes de producción, sino que nuevos materiales y procesos que aparecieron en el ámbito militar, significó mejores aleaciones y sistemas más robustos que cumplieran con las exigencias militares.

2. Preámbulos de la Primera Guerra Mundial.
Los profundos efectos sociales y económicos de la Segunda Revolución industrial supusieron la gradual introducción en las fuerzas armadas de nuevos sistemas y procedimientos, así como de un nuevo tipo de personal diferente
, los especialistas.
Los ejércitos ya contaban con herreros, carpinteros,
cuidadores de animales y otras profesiones. Aunque algunos de ellos eran ciertamente profesiones especializadas y de gran valor, este personal no dejaba de ser un añadido al equipo logístico del ejército.
Esto estaba empezando a cambiar. Mecánicos, conductores y operadores de comunicaciones iban a estar ahora muy cerca del frente. Participarían activamente en el combate
y serían vitales para el mantenimiento del ejército.
Este hecho supone el inicio de un profundo cambio social en las fuerzas armadas,
dado que aparece una nueva clase. Este personal poseía conocimientos y un entrenamiento, por lo que sus vidas eran importantes. Sin embargo no eran oficiales y no pertenecían a una clase social elevada. Ello significó que, en general, los cuidados médicos debían mejorar.


2.1. Motores
.
2.1.1. El motor de combustión interna
.

Una de las consecuencias directas de los avances tecnológicos fue la implantación de motores de combustión interna. Éstos sirven principalmente para dos propósitos: propulsión y producción de energía eléctrica.
Los motores de combustión interna necesitan de varios sistemas accesorios que, generalmente son operados eléctricamente. Entre ellos se incluyen motores eléctricos, sensores
, etc. La gran mayoría de los motores utilizados primeramente son motores de gasolina, que por tanto necesitan bujías y una batería. La gran potencia específica de estas plantas motrices les permitió implantarse rápidamente, como camiones y diversos tipos de vehículos muy móviles. Sin embargo este terreno todavía estaba ampliamente dominado por animales de tiro debido a las limitaciones técnicas de los primeros vehículos como las vías de comunicación.

2.1.2. El motor eléctrico.
Las enormes posibilidades de la amplia gama de motores eléctricos pronto encontraron aplicaciones en todos los campos. Sin embargo su implantación no
fue inmediata. Empezaron a aparecer en sistemas auxiliares, principalmente en navíos, junto con iluminación eléctrica, proporcionada por dinamos o alternadores. En 1906 eran más populares los sistemas neumáticos e hidráulicos, aunque se preveía un cambio.


2.2. El cambio en las comunicaciones.
La primera aplicación militar del telégrafo se realizó durante la guerra de Crimea, en 1854. Las diferentes formaciones militares pronto contarían con sus propias unidades de comunicaciones y tendido de cable, así como especialistas. Sin embargo los protocolos de comunicaciones no estaban todavía muy desarrollados.
En 1876 Alexander Graham Bell desarrolló el primer teléfono comercial y pronto se implantó entre cuarteles del ejército. Ésta innovación presenta la ventaja de coordinación en tiempo real entre diferentes cuarteles y mandos, con la posibilidad de poner en contacto a los o
ficiales directamente implicados. Por otra parte, la cadena necesaria para enviar mensajes se redujo ostensiblemente, al ser posible hablar directamente con el frente y obtener, en muy poco tiempo, gran cantidad de información de primera mano.
Es obvio que el teléfono y, en general, la comunicación por cable, signi
ficó una revolución no solo estratégica, sino táctica. Sin embargo, este sistema, presenta inconvenientes en cuanto al mismo cableado, habiendo situaciones donde no es posible utilizarlo, como en el mar, o en aviones y dirigibles. En 1899 tres navíos de la Real Armada Británica (HMS Alexandra, Europa y Juno) realizaron las primeras pruebas con la radio de Guglielmo Marconi a una distancia de 87 millas naúticas. Era el comienzo de las telecomunicaciones, y cambiaría la forma de hacer la guerra para siempre.

2.3. Nuevas unidades de combate.
La unión de avances tecnológicos
en los anales del siglo XIX trajo el desarrollo de nuevos conceptos, así como el desarrollo de otros muchos. Con el primer vuelo con motor en 1905, los ejércitos empezaron a interesarse por los aviones, en principio en labores de reconocimiento únicamente, al estar limitada la carga útil de estos por la pobre aerodinámica y escasa potencia específica de los motores. En el mar, la construcción en acero y el desarrollo de la artillería, así como la propulsión a vapor, permitió la aparición de nuevos tipos de buque.

HMS_Dreadnought (1906)    wikipedia.org

2.3.1. La nueva armada.
A principios de siglo se consolida el acorazado como exponente de
l poderío naval. En 1906 entra en servicio el Dreadnought, de la Real Armada Británica. Este acorazado contaba con torres de artillería. Por primera vez se incorporaba comunicación eléctrica entre las diversas posiciones de combate, especialmente desde la torre de observación al compartimiento de puntería. Allí una primitiva calculadora eléctrica optimizaba la puntería de los cañones. Este dispositivo había sido desarrollado por oficiales de la armada junto con la compañía Vikers.
No es exagerado
pensar que el Dreadnought sentó las bases en el concepto de dominio naval hasta anales de la Segunda Guerra Mundial. Otros siete buques de su clase fueron puestos en servicio en los años siguientes, pero los avances en todos los campos hicieron que este buque quedase desfasado incluso antes de la Primera Guerra mundial.

Réplica del submarino del Ilustre Narciso Monturiol del Ictineo en Barcelona           www.websubmarinos.tk

2.3.2. El submarino.
El concepto de viajar bajo el mar es muy antiguo. A lo largo de la historia ha habido innumerables intentos de resolver principalmente dos cuestiones: un volumen completamente estanco y seguro y, no menos importante, el método de propulsión.
Hasta los años previos a la Primera Guerra Mundial no se puede decir que los submarinos
fuesen operacionales. El primer submarino que hundió un barco en combate fue el submarino confederado H.L. Hunley, durante la guerra civil americana. Estaba propulsado a mano mediante un cigüeñal conectado al propulsor. Es notorio mencionar los experimentos del español Narcís Monturiol i Estarriol que dotó a su Ictineo II (1867) con un sistema dual Vapor\Químico para navegación en superficie y sumergida, respectivamente.
Estos esfuerzos fueron infructuosos hasta el desarrollo de dos nuevos sistemas de propulsión: el motor de combustión interna y el motor eléctrico. La combinación de estos dos, junto con baterías permitía a un buque realmente permanecer tiempo sumergido, maniobrar e incluso combatir.
Aunque visto con mucho escepticismo, en todas las armadas empezaban a aparecer
los primeros de este tipo de buques. Sin embargo es justo nombrarlos como “sumergibles” en lugar de “submarinos”, puesto que eran buques con capacidad de sumergirse, pero sólo durante un limitado período de tiempo. Habría que esperar otros 50 años para los primeros submarinos reales.

Escuadra de Foker D7 alemanes        militaryphotos.net

2.3.3. La fuerza aérea.
Al igual que los submarinos, los recién llegados aviones levantaban escepticismo entre los militares. Se reconocía que tenían potencial, pero para mantenerse en el aire dependían de los todavía titubeantes motores de gasolina. Tenían una capacidad ridícula y eran difíciles de operar.
El competidor del avión era el dirigible. A diferencia de los aviones, éste último “
flota” en el aire. Los dirigibles y globos flotan, puesto que generan fuerza de flotación siguiendo el principio de Arquímedes, desplazando un volumen más pesado que el peso del volumen propio. Los aviones, en cambio, vuelan al producirse una fuerza aerodinámica en sus alas. Según el principio de Bernuilli, al ser la presión dinámica menor sobre la superficie superior del ala aparece una diferencia depresión que se traduce en una fuerza distribuida. Por estas razones se consideraba al dirigible mucho más seguro que un avión, lo que resulta irónico según los estándares modernos, puesto que se utilizaba comúnmente hidrógeno para rellenarlos (posteriormente fue sustituido por helio).
Se consideraba que el avión podía tener un prometedor futuro en reconocimiento aéreo, mientras que el dirigible podría llevar a cabo tareas de bombardeo y observación para la artillería, pues propulsado por varios de los modernos motores de gasolina constituía una plataforma estable. Por otra parte su velocidad máxima era, en muchos casos, superior a la de los primeros aviones.



3. Primera Guerra Mundial.
La Gran Guerra Europea fue un acontecimiento que sacudió a la sociedad en todos los niveles posibles. Desde el punto de vista militar, mostró claramente que los avances tecnológicos no habían sido aprovechados en absoluto. Ejércitos completos estancados en el barro, sin movilidad, con suministros escasos y miles de bajas para progresar unos pocos metros.
La inmovilidad de las líneas mostró la falta total de innovación de los estados
mayores. Las batallas coloniales habían sido exitosas cuando el enemigo no poseía ni organización ni poder de fuego. Aunque se habían practicado tácticas con ametralladoras y con artillería, y se habían diseñado sistemas de fortificaciones, la inexistencia de una doctrina para promover una ruptura del frente, así como el desconocimiento táctico de cómo aprovecharla, resulto en un número extraordinario de bajas e inmovilidad total mientras miles de cartuchos y salvas de artillería cruzaban la tierra de nadie.

http://updatecenter.britannica.com                                                        www.geocities.com

Por otra parte, aunque el estado mayor esperaba resolver la guerra simplemente con potencia de fuego, profundas fortificaciones y eficientes medidas defensivas hicieron que los métodos tradicionales de ruptura fuesen totalmente ineficaces. La caballería se veía imposibilitada para efectuar asaltos por las condiciones del terreno. La tierra de nadie estaba llena de cráteres de artillería y las trincheras fuertemente defendidas con alambre de espino y minas. La infantería, aunque más móvil, se encontraba totalmente desprotegida ante las ametralladoras, morteros, minas y alambre de espino. En no pocas ocasiones, estas brigadas de asalto apenas llegaban a dejar las fortificaciones amigas antes de perecer ante una lluvia de metralla.
En esta situación se buscó desesperadamente conseguir una ruptura. Para ello se utilizó el tanque. El tanque es llamado así debido a la historia que se utilizó para enviarlos desde Gran bretaña, donde los primeros fueron cons
truidos, a la costa francesa. Llegaron al frente camuflados como tanques de agua. Su nombre oficial es Armoured Combat Vehicles, del inglés,  vehículos de Combate Acorazados. El propósito de estos vehículos era dar apoyo cercano a la infantería para cruzar la tierra de nadie, llegar a la otra línea de trincheras y provocar una ruptura. Por ello, el chasis debía ser “todo terreno”. No solo capaz de moverse en un terreno embarrado y sembrado de cráteres, sino de hacerlo a una velocidad adecuada para ser maniobrable y además, para tener algún éxito al otro lado de la tierra de nadie y ser capaz de cruzar trincheras. El blindaje del casco habría de ser suficiente para contener metralla y fuego de armas ligeras y ametralladoras. En cuanto al armamento montado, el propósito de cubrir a la infantería implica ataque a nidos de ametralladoras y posiciones fuertemente fortificadas, así como a grandes números de infantes. Por otra parte, armas demasiado pesadas no pueden ser utilizadas cerca de la infantería amiga, por riesgo de bajas propias. Es necesario, además, determinar la carga útil del vehículo para propósitos tales como munición, combustible, etc.
Los tanques
se emplearon por primera vez en la batalla de Somme en pocas cantidades. Su rendimiento fue decepcionante, en el sentido de que no cumplieron su propósito: provocar una ruptura. Los tanques resultaban lentos y torpes, blancos fáciles para morteros y artillería. Con un frente inmóvil, la artillería podría responder con rapidez y precisión, pues las zonas de fuego estaban profundamente estudiadas. Por su parte los alemanes no contaban mucho en esta nueva arma, y, aunque construyeron unos pocos tanques, se concentraron en implementar armas antitanque. En cuanto a su rendimiento, este dejaba mucho que desear. Los motores y toda la mecánica en general era muy propensa a fallar. Las duras condiciones del frente, así como en la zona de operación empeoraban este problema, además el armamento montado pronto empezó a dar problemas. Los gases de las ametralladoras y cañones eran tan peligrosos para la tripulación como las balas del enemigo. Las armas pesadas montadas fueron importadas desde el ámbito naval, sin embargo eran demasiado voluminosas y poco practicas montadas en estos vehículos a pesar de la larga lista de problemas, cuando los tanques conseguían llegar a la trinchera enemiga, podian arrasarla, permitiendo a la infantería, que les seguía tomar la trinchera. El diseño británico permitía al tanque cruzar la trinchera y proseguir. Sin embargo, ni la infantería ni la caballería fueron capaces de provocar ninguna ruptura durante toda la guerra.

Tanque britanico Mark V.  Imperial War Museum de Londres.        Miguel González.

Las cosas también habían cambiado en la retaguardia. las nuevas comunicaciones vía telefónica y telegráfica proporcionaron al estado mayor en la retaguardia, una gran cantidad de información, así como la oportunidad de dirigir y coordinar tropas en tiempo real, descargas de artillería, asaltos,...La atención médica mejoró muchísimo, estableciéndose protocolos de actuación, camilleros, centros de atención primaria y hospitales, así como el transporte necesario. A pesar de ello, las duras condiciones de vida en el frente, así como la inmensa cantidad de bajas desbordaban los puestos de atención.
En el mar, la batalla había cambiado. Los submarinos, especialmente alemanes, podían navegar sumergidos, invisibles y tender minas en la entrada de los puertos enemigos y atacar
a los lentos mercantes. Sin embargo, ni en superficie, ni sumergidos, donde los motores eléctricos y las primitivas baterías tenían un rendimiento aún menor, no podían competir con los grandes navíos de guerra, que doblaban la velocidad máxima de los primeros. Su pequeño desplazamiento, su poca maniobrabilidad y su escaso poder de fuego los convertían en fáciles presas de casi cualquier buque de superficie. Solamente manteniéndose ocultos podían tener algún éxito.
En cuanto a los navíos pesados de super
ficie, el calibre de sus armas había crecido, estaban empezando a ser propulsados por turbinas de vapor en lugar de cilindros de vapor y se alcanzaron grandes calibres, de hasta 500 mm. Sin embargo, en la batalla de Jutlandia, menos del 1% de las granadas hizo blanco. A pesar de las calculadoras primitivas, lo cierto es que la precisión de la artillería no había mejorado mucho desde la guerra hispano-norteamericana.


Otro rol fundamental de las fuerzas navales consiste en el bloqueo de suministros y movimientos enemigo, las fuerzas submarinas trataron de establecer  bloqueos
, aprovechando su invisibilidad, a diferencia de las flotas tradicionales de bloqueo, que contaban con numerosos buques y eran claramente visibles. Por otra parte, por sus reducidas prestaciones no podían maniobrar con la armada. Operaban solos, en áreas de patrulla, y se mantenían en contacto por radio. Esto es importante, puesto que los sumergibles no podían perseguir convoyes. Por tanto el alto mando debía colocarlos en posición, como si de un gigantesco ajedrez se tratase. A pesar de sus limitadas capacidades operativas (la velocidad sumergidos no era más 9 nudos y en superficie  de 15 nudos, para los modelos más rápidos. Iban armados con torpedos y un cañón de 105 mm). Su ventaja era la sorpresa, y eso sólo podían conseguirlo con precisa y oportuna información desde tierra. Así lograron hundir unos cinco mil buques, que totalizan unos 12 millones de toneladas.

Dirigible britanico R-34, año 1922.        airfields-freeman.com

Otra de las nuevas armas en el frente era la fuerza aérea. Contaba tanto con dirigibles Zepelín como con aviones. Los primeros, muy fiables y evolucionados. Estaban propulsados por motores de gasolina y tenían una capacidad de carga sustancialmente mayor que los aviones, así como una autonomía mucho más prolongada. Así los zepelín bombardeaban objetivos en el Reino Unido y Francia. Sin embargo, el rápido desarrollo del avión significó que todas las tareas que el Zepelín desempeñaba, el avión podía hacerlas mucho mejor y a un coste mucho menor. Los dirigibles se utilizaron principalmente en el lado alemán, y pronto quedó claro que no eran aptos para el combate, pues resultaban demasiado vulnerables.
Por su parte el avión mejoró en todos los aspectos técnicos. Su velocidad, cota de vuelo, capacidad de carga y sus características estructurales. Las ta­reas principales eran reconocimiento y ataque a tierra. Las largas columnas de abastecimiento resultaban sumamente vulnerables, por lo que pronto se desarrollaron aviones para atacar a otros aviones. Pronto empezaron a aparecer aviones asignados a roles especí
ficos, bombardeo, combate aéreo, reconocimiento y transporte.
Por primera vez los alemanes mandaron algunos escuadrones a bombardear una ciudad portuaria en Reino Unido.
La Primera Guerra Mundial no sentó las bases de la guerra moderna, en cuanto a estrategia se re
fiere, sino en cuanto a la guerra mecanizada. La infantería había sido, desde las legiones romanas, la fuerza visible de un ejército. Los soldados eran el músculo y el puño del ejército, pero esta concepción pronto cambiaría.

Ataque a un Zepelin.         firstworldwar.com

 

Bombardero Handley.     http://military.discovery.com

  

Hannover CL III aleman, 1918           xplanes.tumblr.com

4. Entreguerras.
Los
países contendientes aprendieron lecciones muy diferentes, dependiendo del bando donde lucharon. Los aliados, el Reino Unido y Francia, así como Estados Unidos estaban convencidos de que la guerra de trincheras era el futuro. Las bajas habían sido horribles, pero habían ganado. El tratado de Versalles les garantizaba que jamás se produciría otra guerra con Alemania, y las colonias no podían oponer nada a la tremenda potencia de fuego que los modernos ejércitos estaban empezando a ensamblar. Se sentaron las bases de colaboración Franco-británica, de tal forma que, en caso de repetirse una guerra en Europa, un ejército inglés se desplazaría a Francia. Los franceses, por su parte, tendrían el mayor ejército del mundo, con mayor número de carros de combate. Una de las lecciones que aprendieron fue que las fortificaciones habían detenido al los alemanes y, por tanto, este era el futuro. Pronto se empezó la hercúlea tarea de construir una línea de fortificaciones desde la frontera con Suiza hasta el Canal de la Mancha. Especialmente en la frontera con Alemania. En Esta Época, tanto Francia como Inglaterra lucharon en las colonias y las experiencias aplicando las lecciones aprendidas, fueron un exito. La infantería, con el apoyo de artillería de campaña y caballería eran capaces de mantener el orden.

Char 2C francés en su epoca (años 20)  el carro de combate mas potente del mundo.     wikimedia.org

La guerra civil en Rusia provocó una revolución en el ejército. El nuevo ejército Rojo estaría politizado, pero además contaría con los últimos avances que la tecnología podía ofrecer a la guerra. La nueva unión soviética había de poseer unidades blindadas y aéreas. Crearon las primeras unidades de paracaidistas y los entrenaron, además abrieron las puertas del ejército, de una forma limitada, a las mujeres. Sin embargo las purgas privaron al ejército Rojo de su activo más importante, oficiales experimentados, dando como resultado  una falta de cohesión y en último término, de fuerza de combate efectiva.
Por su parte los alemanes tenían una perspectiva muy distinta. además de sentirse traicionados por la armada y el ejército, para todos estaba claro que miles de muertos en las trincheras, así como el haber llegado a menos de cien kilómetros de
París no había supuesto ninguna diferencia. La guerra de trincheras no era una buena idea. Sin embargo el submarino, el carro de combate y el avión si que lo parecían. Por otra parte, el tratado de Versalles prohibía su desarrollo, y a pesar del tradicionalista ejército alemán, algunos oficiales y empresas empezaron a impulsar la investigación en estos campos. Mucho antes de la llegada de Hitler al poder, empresas alemanas investigaban en países como Holanda la construcción de submarinos. Clubes de vuelo aparecerían por todo el país con ámbito civil, pero en muchos se esconda un propósito militar. A diferencia de los ejércitos aliados, por participar oficiales, en ocasiones de alto rango (fue el general Hans Guderian quien escribió el primer tratado para la guerra móvil con tanques), los oficiales y soldados en estas nuevas armas se sentían “especiales” y eran considerados “caballeros”.
El ejército italiano estaba envuelto en guerras coloniales en lo que hoy es Libia. Ante la di
ficultad de llevar tropas al interior el ejército italiano tomó una decisión singular, bombardearían los asentamientos civiles al sur. Estas misiones de castigo tenían como intención matar civiles y sembrar el caos y el miedo entre la población. En los primitivos aviones, la limitada capacidad de carga hacía que estas incursiones no causaran demasiadas bajas. El bombardeo se realizaba a baja altura, puesto que la precisión era escasa.
En cuanto a los dirigibles, el ejército estadounidense hizo algunos intentos de utilizarlos
como naves portaaviones. Al menos dos de este tipo surcaron los aires, pero ambos terminaron accidentados.

Mussoline y Hitler.      www.masconomet.org

 Derecha: Soldados alemanes con la máquina enigma en primer termino.


El
período de entreguerras fue políticamente muy activo, y no es propósito de este escrito profundizar en ello. Sin embargo es ineludible el hecho de que los conflictos militares están influidos en grado sumo por aquellos. En esta época moría el estilo de vida victoriano. Comunismo y Fascismo se extendían por Europa y, en mucha menor medida en Estados Unidos.


En el ámbito tecnológico se producen múltiples avances que afectaron a todas las armas. La guerra se trasladó a las comunicaciones. Nuevos sistemas de cifrado, como la máquina enigma diseñada en Alemania para comunicaciones tanto diplomáticas como militares, simbolizaría el campo de la nueva criptografía, utilizando calculadoras y todo tipo de sistemas de cómputo electromecánicos. Se empieza a desarrollar el Radar (Radio Detection And Ranging) capaz de detectar buques y aviones y dar una estimación de la distancia al emisor. Asimismo, se hacen las primeras pruebas con el ASDIC (el primero de tales sistemas utilizando cristales piezoeléctricos de cuarzo),
utilizado para búsquedas debajo del agua. Este equipo empezó a ser desarrollado como método de contrarrestar submarinos durante la Primera Guerra Mundial. Sin embargo no empezó a ser operativo hasta 1920.


4.1. La Guerra Civil Española; Julio 1936 -
Agosto 1939.
La Guerra Civil en España, aparte del gran signi
ficado político que tuvo, sirvió como campo de pruebas, no solo de armas, sino de estrategias. Algunos de los países que posteriormente participarían en la Segunda Guerra Mundial enviarían armamento e incluso tropas. Principalmente Alemania, Italia y la Unión Soviética. Sin embargo todos los altos estados mayores de las principales potencias siguieron el desarrollo de la guerra con interés. Es apropiado, así mismo, mencionar que esta guerra fue cubierta por las cámaras de televisión y fotógrafos como ninguna otra guerra antes lo había sido.
Aunque son necesarias múltiples consideraciones políticas aparte de las puramente militares, ésta guerra, a diferencia de la Primera Guerra Mundial, trató de combates mucho más móviles (a excepción del cerco de Madrid) y, aunque hubo amplias batallas de trincheras, la aviación y la artillería móvil, así como una infantería mucho más ágil pudieron efectuar rup
turas locales del frente y, lo que es más importante, aprovecharlas. Una de las lecciones más importantes aprendidas por algunos observadores (principalmente alemanes) fue la coordinación efectiva de artillería y aviación. Está última arma atacaría en retaguardia mientras la artillería “ablandaba” la primera línea y la infantería atacaba con apoyo de artillería de menor calibre, ametralladoras y vehículos blindados o acorazados. La clave era la movilidad. Una pequeña fuerza podía romper la línea si atacaba decididamente en un punto local. Explotar la ruptura requeriría una combinación eficaz de todas las fuerzas disponibles. Esta rapidez y coordinación son la base de la guerra mecanizada y son imposibles de conseguir sin buenas comunicaciones, medios de transporte y dominio efectivo del espacio aéreo.

Soldados nacionales junto con un carro Panzer I de fabricación alemana.           ebrisa.com

5. La Segunda Guerra mundial.
Generalmente se acepta que la Segunda Guerra Mundial empezó con la invasión de Polonia el primero de agosto de 1939. Sin embargo la cadena de acontecimientos que desembocaría en este con
flicto hacía tiempo que había comenzado. Esto se traduce en una intensa preparación y rearmamento en todas las armas. Mientras que Francia y Reino Unido se preparaban para una guerra similar a la anterior y el ejército expedicionario se trasladaba al continente, el ejército alemán había probado las lecciones aprendidas en España en múltiples operaciones militares a pequeña escala. La invasión de Polonia demostró lo que la guerra moderna iba a ser.
Inglaterra preparó su armada para una guerra similar a la anterior. Esperaban un bloqueo y minado de sus puertos, así como de las principales rutas comerciales, tanto con el resto del imperio como con los Estados Unidos. Las minas parecían el mayor peligro, pues se esperaba que el ASDIC eliminase todo peligro por parte de los submarinos alemanes. Aunque al
final de la guerra los submarinos hundieron más toneladas aliadas, las minas fueron un constante peligro para las operaciones navales. Los alemanes desarrollaron minas magnéticas y minas que explosionaban por sonido y por presión, haciendo las labores de limpieza difíciles y peligrosas.

Tropas motorizadas alemanas en  Polonia.        http://pro.corbis.com

La flota se preparó en diversos grupos de combate con tareas específicas, tales como limpieza de minas y grupos de caza de submarinos, así como principales grupos de combate con acorazados y cruceros, apoyados por portaaviones para reconocimiento aéreo. Una nueva corriente en la fuerza aérea estaba convencida de la posibilidad de destruir buques pesados con aviones, por medio de torpedos y bombas. En tierra los ejércitos franceses y británicos desplegaron una ingente cantidad de hombres a lo largo de la frontera francesa, apoyados por carros de combate y respaldados por las fortificaciones de la línea Maginot.


5.1. Blitzkrieg
.
El desarrollo de los acontecimientos seguiría unas directrices muy diferentes a las de la Primera Guerra Mundial. Los ejércitos alemanes no tenían ninguna intención de luchar en amplios frentes, bajo las fuertes forti
ficaciones enemigas. Tras unos meses de calma en tierra, el 10 de Mayo de 1940 las concentraciones blindadas alemanas atravesaron Holanda y Bélgica para penetrar en Francia. En esta frontera la Línea Maginot no había sido completada, en parte por tiempo, en parte por decisiones políticas. Las puntas blindadas alemanas, apoyadas por paracaidistas en la retaguardia enemiga y fuertes bombardeos locales, atravesaron las líneas en un estrecho frente, para rodear los ejércitos combinados, que estaban extendidos en un amplio frente. La altísima movilidad de un reducido grupo de fuerzas pudo vencer de forma aplastante a un muy superior número, al concentrar las unidades acorazadas en divisiones autónomas, mientras que en los ejércitos aliados estaban asignados a unidades de infantería, como apoyo. Otra de las claves del éxito fue la de mantener la iniciativa. Golpear al enemigo tan fuerte como sea posible en un solo punto y seguir moviéndose. La impenetrable línea Maginot fue atacada principalmente en tres puntos: un fuerte al sudeste de Sedan, que fue capturado, el 14 de Junio , durante la Operación Tigre, la linea fue atacada en St Avold y Saarbrücken y dos ataques más en la zona de Alsacia, uno de ellos exitoso. La Línea Maginot había sido completamente inútil.

Un ejemplo del estado actual de la linea Maginot que conserva bien visibles las heridas del combate.  Raúl R. Alonso

Esto sentó las bases de la guerra mecanizada moderna. Todos los ejércitos aprederian pronto, concretamente los rusos, cuando se recuperaron de la invasión alemana.

5.2. Comunicaciones.
Un ejército sin suministros ni comunicaciones no puede luchar. Es por esto mucho más práctico atacar estos activos en lugar de luchar contra un ejército. Por ello gran parte de la actividad militar durante la guerra estuvo orientada a impedir actividad militar por parte del otro bando.
La llamada Batalla del Atlántico fue el esfuerzo alemán para frenar el abastecimiento británico, ante la imposibilidad de llevar a cabo una invasión. Esto no era posible simplemente porque el móvil ejército alemán carecía de la fuerza necesaria para afrontar numerosas bajas en una invasión frontal. Una vez que la campaña aérea (La Batalla de Iglaterra) fracasase al no poder someter
a Inglaterra por medio únicamente del poderío aéreo, la batalla en el mar era la única alternativa.

Un U-boat en paralelo con un mercante, en los comienzos de la contienda la aparición de una de estas maquinas y la invitacion de su comandante a  abandonar el barco antes de torpedearlo, bastaba para que los tripulantes del carguero se apresuraran a arriar los botes salvavidas ya que no estaban armados.    www.titanic-whitestarships.com

El poder de las comunicaciones había cambiado tanto en los últimos 50 años que, en ocasiones colisionaba con la cadena de mando tradicional. Durante toda la guerra, la armada británica fue dirigida por radio desde una sala en el Almirantazgo británico. Esta decisión, aunque acortaba la cadena de mando, en ocasiones recortaba la iniciativa y el poder de decisión de almirantes en el campo de batalla.
Por su parte, en el cuartel general de la armada alemana, la situación era similar. El intenso trá
fico de radio entre submarinos y el cuartel general era necesario para enviar informes de tiempo, avistamientos y la coordinación de los ataques de grupos de submarinos o “manadas de lobos”. Para atacar convoyes, un submarino o avión de reconocimiento hacía contacto, pero en lugar de atacar, se situaba en un rumbo paralelo al mismo e informaba. En el cuartel general se evaluaba la situación y se enviaban los submarinos cercanos. Todo se orquestaba para realizar ataques durante entre una y tres noches. Sin embargo, la tarea de coordinación requería el ya mencionado tráfico de radio, que nornalmente trabajaba en su contra, por poder los aliados interceptarlo.


5.2.1. Navegación por radio e inteligencia electrónica
.
Se denomina inteligencia electrónica (en inglés abreviado ELINT) a la interceptación y alteración de señales electrónicas enemigas, especialmente de radio.
La navegación precisa es crítica en bombardeos a gran altura y distancia, como los efectuados por la Luftwa
ffe en Inglaterra durante 1940. Dado que la precisión de las bombas en si era nula (simplemente se dejaban caer y contaban con unos primitivos estabilizadores que tenían como intención garantizar un vuelo balístico homogéneo) era necesario colocar al bombardero en la posición adecuada. Los alemanes idearon un sistema de guia por radiofreciencia altamente efectivo que fue contrarrestado por emisiones de radio por parte de los ingleses, tratando de confundir a los aviones. Durante toda la Batalla de Inglaterra diversas versiones del sistema alemán en diversas frecuencias y modos de emisión trataron de evitar las contramedidas británicas.
Por otra parte, dado que los británicos tenían pocas fuerzas efectivas de cazas, era necesario, coordinarlos mediante comunicaciones radiales y organización en pequeños grupos de combate, muy al estilo en que los propios alemanes operaban en tierra, aunque
estos nunca lo aplicaron en el aire hasta el final de la guerra.

Heinkell 111  en formacion durante la Batalla de Ingalterra.     www.saak.nl

Por otra parte, la interceptación y decodificación de mensajes de radio enemigo es vital para anticipar los movimientos de éste. La decodificación de la máquina enigma, llevada a cabo en Bletchey Park en Inglaterra, empezó con ayuda de especialistas en criptografía polacos. La necesidad de descifrar los códigos alemanes con rapidez impulsó el desarrollo de la computación y de algoritmos, así como de los primeros ordenadores. Varias estaciones a lo largo de la costa de Inglaterra tenían como misión interceptar y triangular los mensajes, que luego serían decodificados, evaluados.
Obviamente ambos bandos desarrollaron tanto métodos criptográ
ficos tanto para decodificar mensajes enemigos como para proteger los propios. Al final de la guerra los movimientos mecánicos de rotores para las combinaciones eran controlados por circuitos lógicos eléctricos.


5.3. RADAR y ASDIC.
Durante la Primera Guerra Mundial, la forma habitual de percibir al enemigo era la vista de los centinelas o el oído. No había forma de “ver” más allá del horizonte, ni, por supuesto debajo del agua.

El principio de operación del radares bastante sencillo. Se emite una onda electromagnética de cierta frecuencia y potencia y se recibe el eco, a partir del cual es posible calcular la distancia al blanco. Posteriormente, en Estados Unidos, se desarrolló el radar Doppler que como su nombre indica utiliza este efecto para medir diferencias entre dos o más pulsos y además de distancia puede estimar la velocidad del blanco. Este sistema tiene, por tanto, aplicación tanto defensiva como ofensiva.
Las dimensiones y peso de los primeros radares solo permitía
n instalarlos en los buques más grandes o en edificios. Durante la ya mencionada Batalla de Inglaterra numerosas estaciones en la costa británica mantenían una vigilancia constante, no solo ante la amenaza aérea, sino ante el temido asalto alemán. Estas estaciones, en contacto con el alto mando de la Royal Air Force, RAF, que dirigiría entonces a los cazas contra la fuerza atacante. Esto significó ahorrar horas de vuelo, combustible y aparatos en patrullas, y concentrar la escasa fuerza de cazas contra el enemigo.
 

Vigia en los tejados de Londres.    www.saak.nl

En el mar, el radar se utilizó para encontrar la fuerza enemiga, ya sea aérea o naval, tanto en operaciones defensivas (especialmente en cuanto se instauró el sistema de convoyes) u ofensivas. En cuanto a las primeras, este sistema jugó un importante papel en la guerra antisubmarina, pues las bajas velocidades en inmersión de los submarinos no les permitían acercarse sumergidos al convoy. Lo hacían en superficie y, por tanto era posibles detectarlos, aún en la oscuridad de la noche o con niebla. Los submarinos alemanes carecían de radar hasta finales de la guerra, pues no se hicieron grandes esfuerzos en miniaturizar los equipos. se equiparon a los submarinos con detectores de radar, pero estos eran equipos activos, que podían ser rastreados. Los británicos en cambio, miniaturizaron el equipo, de tal forma que era posible montar el nuevo radar de banda centimétrica (el modelo anterior tenía una longitud de onda de metro y medio) en un bombardero B-24 Liberator. Estos aviones patrullaban principalmente de noche sobre el Golfo de Vizcaya y en las costas británicas. Se acercarían al desprevenido submarino, apagando los motores y planeando bastante bajo. A escasa distancia encenderían un potente reflector para cegar a la guardia del submarino y dejarían caer las bombas, mientras el piloto encendía los motores y elevaba el aparato. Otro aspecto del ámbito ofensivo fue la utilización del radar para localizar a la flota alemana, así como la japonesa en las diversas operaciones en el Pacífico, pues este era un teatro de operaciones muy grande. Un papel notable que jugó el radar fue el hundimiento del acorazado alemán Bismark. Después de un breve combate en el estrecho de Dinamarca, un grupo de cruceros inglés fue capaz de rastrear y mantener contacto con el Bismark mientras este navegaba hacia el sur. La flota inglesa pudo reunirse y atacar masivamente al acorazado.

Operador de radar durante la SGM.  http://serialconsign.com

 


El ASDIC fue renombrado SONAR, acorde con la terminología estadounidense en preferencia de la denominación británica. Aunque su concepto es similar al del radar, pero en aplicaciones bajo el agua, el sonar utiliza un tipo diferente de onda. Gracias a un generador de ondas de sonido. Éste estaba basado en un cristal piezoeléctrico de cuarzo. Un receptor captura el eco, señalando la distancia al blanco. Generalmente el ASDIC trabaja combinado con micrófonos submarinos, conocidos como sonar pasivo. Éste último dispositivo era incorporado también por los submarinos, que podían oir el sonido de un convoy a grandes distancias. Sin embargo la distancia proporcionada es muy imprecisa y se necesita gran pericia para su interpretación. Los destructores eran los encargados de atacar submarinos, hostigándolos con el ASDIC y disparando cargas de profundidad. Éstas armas tenían el gran inconveniente de que el destructor había de pasar sobre el submarino, lanzar la carga y alejarse lo más rápido posible. Esta circunstancia hacía que hubiese posibilidades de que el submarino escapase. La profundidad a la que las cargas de profundidad detonan se regula mediante un temporizador. Para eliminar los inconvenientes de estas armas se diseñaron otras de lanzamiento frontal.
En los primeros meses de la guerra, los británicos desdeñaron el sistema de convoyes de la Primera Guerra mundial, creyendo que con el radar y el ASDIC podrían perseguir a los submarinos. Ésta táctica probó ser extremadamente ine
ficaz. Los submarinos no atacarían un grupo de combate a no ser que contuviera trofeos que valiese la pena perseguir, como el ataque en el mediterráneo al portaaviones británico Ark Royal. Por tanto no quedó más remedio que volver al sistema de convoyes. Los buques de escolta de este servicio fueron los que mayor número de submarinos hundieron.

5.4. Computadores.
Además de para la codi
ficación\decodificación de mensajes, existen algunas aplicaciones para la potencia de cálculo en el campo de batalla. Principalmente artillería de largo alcance. Los grandes cañones navales de 500 mm podían disparar a distancias de casi 50 km granadas de más de media tonelada. Una puntería precisa era extremadamente necesaria, pero a grandes distancias la realimentación en el proceso de disparo era difícil. Numerosos sistemas de cálculo fueron implementados y hasta el final de la guerra no se tuvo un procedimiento adecuado: un ordenador recibía todas las variables necesarias (distancia, presión del aire, tipo de granada, ...) y realizaba un cálculo inicial. Cuando se efectúa el disparo la trayectoria de la granada se sigue por radar y se compara con la calculada. El ordenador efectúa las correcciones necesarias y de nuevo apunta los cañones. La siguiente salva puede estar en el aire con la nueva puntería antes de que la primera haya llegado a su objetivo. En los sistemas modernos este procedimiento está tan avanzado que los últimos obuses de la OTAN son capaces de disparar tres proyectiles y marcharse del lugar antes de que proyectiles enemigos tengan tiempo de contestar, como resultado de una hipotética triangulación.
Estos dispositivos eran de gran tamaño y delicados. Sin embargo para el
final de la guerra las torres artilladas de los bombarderos podían ser controladas por radar , sin falta de un operador, lo que evidencia un gran adelanto, tanto en miniaturización, como potencia y habilidad.

Nuevo Mexico, en EE.UU, fué el lugar elegido para albergar las pruebas de la fatal bomba atomica.   http://virtualology.com



5.5. La bomba atómica y el final de la guerra.
La bomba atómica signi
ficó el fin de la Segunda Guerra mundial en el pacífico y el comienzo de la Guerra Fría. También fue uno de los proyectos más ambiciosos de la guerra misma. El coste de desarrollo fue exorbitante. Fueron necesarios cientos de proyectos más pequeños para desarrollar lo que el Proyecto Manhattan necesitaba.
Es tema de debate si la bomba debió alguna vez lanzarse en combate. Si esto era necesario, puesto que los aliados prácticamente habían estrangulado a Japón económicamente y no podía abastecerse de nada. Parece que la decisión de utilizarla fue más política que militar y esto no es objetivo de este
artículo.
Las consecuencias de la fabricación de la bomba atómica se traducen en la gran cantidad de proyectos paralelo ya mencionados. No sólo la implementación de teorías físicas en proyectos de ingeniería, sino el desarrollo de materiales, procedimientos, instrumentación,
etc.
La era atómica supuso un cambio radical en la forma de pensamiento militar, a la vez que instauraba un tabú, más político que militar. Por un lado, el éxito de la guerra mecanizada en tierra y el inmenso poder naval desarrollado en la campaña del pací
fico habían desplazado definitivamente el papel estrella de la infantería. La guerra con armas combinadas era el futuro, sin embargo el poder devastador de las armas nucleares era muy tentador para para cualquier planificador. Por su alto poder y terribles consecuencias las armas nucleares eran claramente armas estratégicas, más que tácticas y, por tanto políticas. Sin embargo las características eran atractivas para los estrategas militares. Al fin y al cabo, suficiente poder de fuego podría abrir una brecha en cualquier línea, por lo que tener armas nucleares tácticas parecía una idea interesante. Especialmente con la situación política reinante al final de la guerra.
Por otro lado, la energía nuclear suponía una fuente de energía prácticamente inagotable. En una guerra mecanizada el combustible es un bien estratégico muy valioso, y todo sistema propulsado por energía nuclear llevaría el combustible consigo mismo. Las dimensiones de una planta nuclear hacían que pocos vehículos pudieran llevar una abordo, por tanto sólo navíos pudieron ser dotados de energía nuclear, y aún los más grandes. Sin embargo, en Estados Unidos, el Almirante Rickover empezó a impulsar tal proyecto.

Cazas Zeke japoneses sobre la cubierta del portaaviones preparados para despegar.     www.mundosgm.com

En el mar la guerra había hecho evolucionar al acorazado a una potente y rápida plataforma de artillería, así como al resto de buques. Sin embargo marcó también su fin. El acorazado hubo de dejar paso al grupo de combate liderado por el portaaviones. Durante la Batalla del Mar del Coral (4-8 de mayo de 1942) se produjo la primera batalla de la historia entre grupos de portaaviones. Los buques escolta de éstos en su tradicional rol de cortina antisubmarina y antiaérea, sin embargo las labores de reconocimiento eran llevadas a cabo por los aviones de los portaaviones. Esta batalla resultó del esfuerzo aliado de cortar la flota de invasión japonesa. Los aviones de ambas flotas atacaron a la enemiga sin que los buques abrieran fuego directamente. Resulta obvio que este tipo de batalla es totalmente diferente a cualquiera que se luchara en la Primera Guerra Mundial y era, para la época, una estrategia novedosa. Este sistema de operación hace que el acorazado quede desfasado, pues no es capaz de utilizar sus cañones y se convierte en un blanco para la aviación.
Este resultado fue la combinación de todos los rápidos avances, presionados por la creciente amenaza submarina, donde los avances también llegaban, aunque en el caso de la armada alemana, demasiado tarde. El desarrollo por parte de los alemanes del torpedo acústico T-5, que era capaz de “escuchar” las hélices de alta velocidad de los destructores y autoguiarse hacia ellos signi
ficó el inicio de una eterna batalla entre electrónica de guia­do y señuelos y tácticas de evasión. El T-5 tuvo mucho éxito inicialmente, pero pronto los destructores aprendieron a esquivarlo simplemente apagando los motores. Se desarrolló una caja acústica de ruido para confundirlo (foxer) con bastante éxito. Sin embargo este concepto se desarrollaría hasta nuestros días.

Espectacular y estremecedora fotografia.    http://kenoath.wordpress.com

6. La Guerra Fría.
La tensa situación política entre los aliados y la Unión Soviética desembocó en la “Guerra Fría”. En palabras de Winston Churchill, “un telón de acero ha caído sobre Europa”. En cuanto a la situación estratégica en este escenario, los aliados se sentían inferiores al Ejército Rojo en Europa. No podían detener a los soviéticos en sus ansias expansionistas, excepto con armas nucleares (a pesar de esto, la di
ficultad de manufacturar este tipo de armas y desplegarlas era muy importante y no debe ser obviada,). Esta situación se mantendría hasta el desarrollo por parte de los soviéticos de su propia bomba atómica.
La situación estratégica tenía ahora dos vertientes: una guerra nuclear o una guerra convencional, con la posibilidad de armas nucleares tácticas. La primera se centró en estudiar cómo golpear al enemigo antes, aniquilarlo antes de que pudiera lanzar sus propias armas nucleares y así escapar de la destrucción total, tomando como blanco tanto instalaciones militares como ciudades. La otra alternativa, una guerra convencional, parecía un escenario más probable en caso de que los soviéticos invadiesen
Europa. En este caso las armas nucleares tácticas se utilizarían para detener la ofensiva blindada soviética y en casos específicos para provocar la ruptura del frente.
La segunda aplicación de las armas nucleares ha sido ampliamente discutida
y parece inevitable que el uso de armas nucleares tácticas no desemboque en una guerra nuclear total, al verse el enemigo obligado a devolver el ataque a mayor escala. Por estas razones la guerra nuclear táctica fue pronto abandonada, sin embargo se desarrollaron todo tipo de armas nucleares. Desde misiles de crucero a granadas de artillería (>155mm) se diseñaron para llevar cargas nucleares.

Lanzamiento de una V2 alemana durante al II G.M.

http://outdoors.webshots.com

Misil de cruzero.   http://maxalvarez.files.wordpress.com

En la estrategia nuclear el ataque comenzaría por hacer detonar un arma de gran potencia a gran altura sobre el país o región escogida como blanco. Esto provocaría una onda magnética de alta potencia que sobrecargaría los circuitos eléctrónicos, dejándolos inservibles, proseguiría un ataque a las instalaciones eléctricas y de combustible. Estas medidas están orientadas a acabar con la capacidad de represalia del enemigo. La efectividad de la onda magnética es tal que bombas nucleares se optimizaron para producir radiación en esas longitudes de onda y, actualmente, se ha desarrollado la llamada e-bomb, que, utilizando explosivos convencionales, es capaz de producir una onda electromagnética de alcance local. Esta estrategia no solo tendría efectos devastadores en la capacidad combativa de un ejército, sino en la misma población civil y a todos los niveles.
Es interesante mencionar que estas tácticas han sido puestas en práctica, con armas convencionales, durante las dos guerras de Irak y en los bombar
deos en la antigüa Yugoslavia. Los primeros bombardeos fueron dirigidos no a las líneas de defensa, ni si quiera a las baterías antiaéreas. Fueron dirigidos contra instalaciones de producción de energía.
En cuanto a las armas nucleares estratégicas, el problema era cómo utilizarlas. La forma habitual era con bombarderos, pero los sistemas de defensa y el lanzamiento del Sputnik, así como las investigaciones sobre los misiles alemanes V1 y V2 resultaron en los primeros misiles de crucero  y en los Misiles Balísticos Intercontinentales o, en inglés ICBM. Los primeros serían lanzados desde aviones, barcos o submarinos o lanzados desde camiones, en caso del ejército de tierra.

 Los ICBM serían lanzados desde tierra, aunque el desarrollo del proyecto del Almirante Rickover pronto dio frutos en ese campo. Especialmente el de submarinos propulsados por una planta nuclear. Este programa fue exitoso, creando principalmente dos tipos de submarinos: submarinos balísticos, propulsados con energía nuclear y portadores de misiles con cabezas nucleares (los primeros estadounidenses fueron denominados Polaris), y un segundo tipo más pequeño, similar a los submarinos tradicionales, propulsado con energía nuclear y portadores de torpedos y misiles convencionales, o con carga nuclear táctica.
En
general la estrategia de posguerra estaba basada en las lecciones aprendidas durante la Segunda Guerra Mundial. Basado en grandes conflictos, donde todas las armas del ejército participarían y el teatro de operaciones terrestres sería principalmente Europa.

El desarrollo tecnológico de los años de posguerra se centró en materiales y electrónica, pues los sistemas de armamento básicamente son los mismos. Sólo sus características cambian. El desarrollo del transistor (1947) permitió la aparición de los ordenadores modernos, y con ellos se ampliaron las posibilidades en cuanto a sensores y procesamiento de información.
Es indudable el gran desarrollo de la industria aeroespacial, cuyo cenit fue la llegada del hombre a la luna en 1969. Como comparación, el procesador de a
bordo del Apollo tenía 16 bits, 30 años después, las video consolas domésticas tenían la misma potencia.

Submarino sovietico clase Thypoon: transporta un arsenal nuclear con más poder destructivo que todas las bombas lanzadas en la Segunda Guerra Mundial.                                    www.websubmarinos.tk

7. Sistemas de combate modernos.
Para 1990 prácticamente todos los sistemas de combate dependían de sensores electrónicos.
Incluso la infantería, que dependía de radios de campo y visores nocturnos, contaban con misiles antitanque guiados por fibra óptica. Dotada de móvilidad, al poseer transportes blindados y helicópteros. Estos últimos desarrollados a finales de la Segunda Guerra mundial y que se han adaptado a multitud de roles en el campo de batalla.
Los ordenadores empezaban
y estaban presentes en todo tipo de vehículos. Desde control de inyección para el motor, ayudas de control de vuelo, sistemas de posicionamiento por satélite GPS, así como completos sistemas de comunicación, de tal forma que, por ejemplo, un comandante de pelotón de carros de combate puede conocer la posición del resto de su pelotón simplemente con mirar una pantalla, en tiempo real. Los sistemas de defensa aérea en tierra han unido estaciones de seguimiento y baterías antiaéreas. La artillería ha ganado en movilidad y todas estas unidades han aprendido a trabajar juntas.
En el aire ha habido una gran evolución, al desarrollarse un sistema completo de combate a varios niveles, con aeronaves especí
ficas a cada rol, coordinadas en tiempo real por aviones de control (AWACS). Estas tareas comprenden apoyo cercano a tropas, evacuación y transporte, paracaidistas, bombardeos estratégicos y tácticos y combates aire-aire. Para resolver los problemas de puntería, misiles guiados fueron desarrollados, ya por radar (pasivos, guiados o con emisor propio) o por calor. Asimismo bombas guiadas, generalmente por laser, que pueden corregir su trayectoria, fueron desarrolladas. A pesar de ello, numerosas bombas convencionales siguen en uso.
En el mar, la armada se ha especializado en diversos roles. Principalmente dividida en
flota de superficie, donde el portaaviones es el buque insignia, con su cortina de destructores, fragatas y buques de apoyo, con misiones de reabastecimiento, guerra antisubmarina (ASW) o protección antiaérea. También cumple roles de desembarco y asalto en playas. Por otra parte, la ya mencionada fuerza submarina, tanto portamisíles como submarinos de ataque y defensa. Los últimos generalmente diesel-eléctricos, o más recientemente, impulsados por pilas de combustible. Todos estos buques utilizan todos los sensores anteriormente descritos, que han evolucionado desde 1940. La preocupación estadounidense por el corto aviso en caso de ataque por misiles desde un submarino les llevo a la instalación de la linea SOSUS en los años 50. Este sistema consistía en un número de hidrófonos en el lecho marino, conectados por cable a tierra, donde la información recogida era analizada.

Interior de un carro de combate Leopard 2.

AWACS          http://stevejanke.com


7.1. Situación estratégica
.
Actualmente, desde la caída de la unión soviética, la situación estratégica ha cambiado mucho. No existen ningún ejército que se pueda oponer a los ejércitos
de la OTAN en nivel de desarrollo. El ejército chino es mucho mayor, pero la mayoría de sus efectivos pertenecen a la infantería. La primera Guerra del Golfo y, hasta cierto punto, la segunda, fueron las últimas guerras en que los ejércitos han luchado con un orden de batalla similar al de la época de la Guerra Fría.
En general, la situación política mundial ha cambiado desde 1990, provocando que el orden de batalla para una guerra entre grandes ejércitos esté totalmente desfasado. Actualmente los ejércitos luchan en teatros pequeños, locales o regionales, generalmente en intervenciones a pequeña escala y siempre con armas convencionales. Es muy habitual la colaboración entre países, ya sea en combate o en diversas fases de la operación. Esto es importante para la uni
ficación de procedimientos y sistemas de armamento, así como dificultades añadidas en la cadena de mando. El enemigo, generalmente actúa como guerrilla o mediante actos terroristas. Por tanto el combate urbano es un escenario mucho más probable que un frente de combate abierto.

Tropas españolas en Afganistan.     http://ecodiario.eleconomista.es


7.2. La revolución en infantería
.
La nueva situación estratégica ha hecho que, los viejos modelos queden obsoletos. Los
conceptos de “potenciade fuego” son ahora inútiles, puesto que el enemigo actual no se enfrenta directamente al ejército. Previamente este tipo de operaciones era responsabilidad de los cuerpos especiales, entrenados en tácticas de guerrilla y contra-insurgencia. Sin embargo, por ser el teatro actual, es necesario modificar la forma en que el ejército lucha.
El ejército ha adoptado muchas tácticas y procedimientos de los cuerpos especiales,
pues en las actuales condiciones la flexibilidad en las operacionales es clave. No es posible ceñirse a los manuales de combate. Por ello ha sido necesario aprender a operar en unidades más pequeñas, y lo más autónomas posibles. Incrementar la movilidad es primordial, así como la disponibilidad de apoyo aéreo, pues es la forma de refuerzo más rápida y, generalmente, guerrillas o pequeños grupos no pueden rechazarlos.
Estos factores tienen como consecuencia que la infantería necesita reformarse. Tradicionalmente ha sido el cuerpo con menos formación técnica y menos dependiente directamente de la tecnología. Hoy en día es necesario cambiar esta concepción, pues el poder de fuego ahora se concentra en soldados individuales en lugar de baterías de artillería. Compañías o incluso pelotones deben estar ahora preparados para un tipo de combate desordenado y desorganizado, con un enemigo que ataca y se esconde, a veces indistinguible de los civiles. Esto hace que en ocasiones tengan que realizar labores de policía, y que no puedan operar como en un campo de batalla, pues no es conveniente por el número de civiles.
Los avances electrónicos han
hecho posible que un soldado moderno cuente con un gran respaldo. Comunicaciones personales, cámaras de vigilancia, visión térmica y nocturna, así como multitud de otros equipos. Es, por tanto, necesario que el soldado de infantería moderno tenga más conocimientos que marchar y una buena puntería. Esto significa una elevada inversión por soldado, y a consecuencia de ello, es necesario proteger los soldados.
El resultado es que el soldado de infantería está hoy en día mejor preparado, más entrenado y cuenta con un apoyo de comunicaciones, sensores e información que
hacen de el una nueva arma capaz de cumplir con un cometido que ni misiles ni bombardeos pueden cumplir; la presencia física y tangible de un ejército.

La aplicación de las nuevas tecnologías al soldado de a pie ha dado lugar al sistema COMFUT, combatiente del futuro, un programa ideado para dotar al soldado de infantería de las máximas prestaciones en el campo de batalla.          www.belt.es
8. Conclusiones
.
El esfuerzo bélico ha promovido avances e investigación desde siempre. El gran desarrollo de la ciencia en los últimos 200 años ha sido parejo a algunas de las campañas más importantes de la historia.
El electromagnetismo ha sido combinado con otras ramas de la física e ingeniería para proporcionar principalmente información. Las ondas electro­magnéticas son usadas para transmitir información, ya sea la presencia de un enemigo, el aspecto del campo de batalla nocturno, o información entre unidades.
Por otro lado los avances en computación permiten el uso de sistemas “inteligentes”,
sistemas capaces de recoger información, procesarla y tomar decisiones, tales son torpedos acústicos o misiles guiados por calor.
El empeño en el desarrollo nuclear ha aportado desarrollos en numeros
os campos de la ciencia e ingeniería, pero se ha probado que las armas nucleares en sí son completamente inútiles, al igual que en la Segunda Guerra Mundial apenas hubo algún caso de ataques con gas, pues igualmente no era un arma práctica.


Referencias:
-The New York Times, 16 de Julio,1906, Londres
-
The Navy at war, 1939 -1945, Capitan S.W. Roskill, R.N., 1960 Collins Clear-Type Press, London and Glasgow.